Una de las principales enseñanzas que se extraen de la literatura de la geografía económica y su aplicación a las políticas públicas es que no existe una receta única para todos los territorios, ya que estos se encuentran condicionados por su contexto estructural y por las dinámicas de competitividad existentes. Esa aproximación a la competitividad económica basada en la singularidad de los lugares (places) ha impregnado durante décadas el estudio de las regiones como entes singulares y de alguna forma, homogéneos. Es verdad que las regiones definidas como territorios subnacionales que comparten una significativa cohesión supralocal, rasgos culturales y competencias políticas y administrativas, son de especial relevancia no solo para la competitividad económica, sino para el bienestar de las personas que habitan en ellas. Sin embargo, no atender a las diversas realidades subregionales (quizás con la excepción del papel de las ciudades), puede llevar a recetas contradictorias con la cohesión territorial.

El Departamento de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia en colaboración con BEAZ, consciente de las diversas realidades del territorio, lanzó en 2016 una estrategia de de impulso a la competitividad comarcal y el equilibrio territorial (denominada Bizkaia Orekan Sakonduz, a partir de 2020), en la que ha colaborado Orkestra desde su inicio. En el marco de dicha colaboración, Orkestra ha elaborado un diagnóstico de competitividad al servicio de bienestar del Territorio Histórico, cuyas conclusiones revelan las fortalezas y ámbitos de mejora en las diferentes dimensiones del nuevo marco de competitividad de Orkestra.

Sin embargo, con el objetivo de ir más allá y ahondar en la cohesión territorial de Bizkaia, se han realizado análisis complementarios a nivel comarcal, a través de los cuales, no solo se busca obtener una radiografía de cada una de las comarcas de Bizkaia, sino también analizar el grado de cohesión territorial en cada una de las dimensiones de competitividad al servicio del bienestar y los factores que pueden estar afectando a dicho grado. Los resultados de estos análisis (análisis de desviaciones estándar de cada uno de los indicadores incluidos en un cuadro de mando comarcal y análisis de correlaciones entre estos indicadores) arrojan una serie de conclusiones relevantes con respecto a estas cuestiones: 

  • El grado de cohesión territorial varía en función de la dimensión que analicemos, aunque de forma general las comarcas de Bizkaia presentan diferencias en todas las dimensiones. 
  • Es en las dimensiones de bienestar en donde nos encontramos con una mayor cohesión territorial, debido principalmente a dos motivos: la influencia de las políticas sociales del Territorio, por una parte, y la movilidad de las personas, por otra. Es decir, resulta lógico encontrar una mayor divergencia en términos de PIB per cápita a nivel comarcal, ya que es un indicador que se ve muy influenciado por la estructura económico empresarial, pero sin embargo se produce una mayor cohesión en torno a la renta mediana personal disponible, ya que las personas que residen en una comarca no necesariamente trabajan en ella.
  • En cambio, en los indicadores de contexto estructural nos encontramos con una gran heterogeneidad en relación con el grado de urbanización (comarcas más o menos urbanizadas) y la especialización productiva (empleo industrial y en agricultura y pesca), lo que conlleva una heterogeneidad en el tamaño empresarial (comarcas de diferente tipología, más o menos urbanas y más o menos industriales). 

Posicion comarcas Bizkaia ok

 

  •  Además, del análisis de correlaciones se desprende que los indicadores de contexto estructural se encuentran correlacionados con los indicadores de bienestar y con los indicadores de resultado económico empresarial. Por lo tanto, el contexto estructural condiciona el bienestar de las personas y la competitividad económica. Así, encontramos una relación positiva entre los resultados de innovación e indicadores de I+D con la industria y el tamaño empresarial. 
  • De igual forma, existe una correlación positiva entre comarcas con elevados PIB per cápita y buenos niveles de rentabilidad económica y financiera y los indicadores de I+D y empleo en manufacturas de alta y alta media tecnología e internacionalización. 

En definitiva, tal y como apuntábamos al principio del post, cada territorio tiene su propia realidad, que a su vez condiciona la competitividad al servicio del bienestar. ¿Significa esto que existen territorios abocados a quedarse atrás debido a su contexto estructural?. La respuesta radica en adoptar estrategias adaptadas a sus realidades que potencien las palancas dinámicas de competitividad de forma que se reflejen tanto en el desempeño competitivo como en el bienestar. Sin embargo, una mayor diversidad de estrategias y políticas tiene como consecuencia una mayor complejidad de las políticas y su gobernanza, por lo que procesos vivos de gobernanza colaborativa como los que se impulsan desde la iniciativa de Bizkaia Orekan Sakonduz, resultan fundamentales.

 


edurne magro

Edurne Magro

Edurne Magro es investigadora sénior en Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad. Es Doctora en Competitividad Empresarial y Desarrollo Económico con mención europea por la Universidad de Deusto, después de haber realizado una estancia en el Manchester Institute of Innovation Research de la Universidad de Manchester (Reino Unido).

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Rakel Vázquez

Raquel Vázquez, IT & Big Data  en Orkestra, es Ingeniera Informática. Cursó sus estudios en la Facultad de Informática de la Universidad del País Vasco.

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