A finales de 2024 se publicó el informe “Evolución de la I+D en España” de la Fundación COTEC. Según este documento, el País Vasco destaca como la comunidad autónoma que más invierte en I+D por habitante, con 954 euros per cápita, frente a los 470 euros de media nacional. Este dato sitúa al País Vasco incluso por encima de la media europea, que asciende a 862 euros per cápita. Además, la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) lidera el ranking estatal en la proporción de “inversión empresarial sobre el total de inversión en I+D”, alcanzando un 76%, frente al 57% de la media española y superando también el promedio europeo del 68%. Por otro lado, su ratio de “inversión en I+D sobre el PIB” (2,16%) supera ampliamente la media nacional (1,44%) y se aproxima a la media europea (2,27%). (Si quieres conocer más sobre el panorama de la I+D en Euskadi en comparación con sus homólogos europeos, puedes acceder al informe Orkestra "La innovación en las pymes de Euskadi: analisis y reflexión a partir de la encuesta de innovación").
Al analizar la evolución de la inversión vasca en I+D por periodos temporales y compararla con la media española, del informe de la Fundación COTEC se desprende que, en términos relativos, dicha inversión ha ido perdiendo impulso. Desde 2008 (un año marcado por la crisis financiera) hasta 2023, la CAV se encuentra entre las comunidades autónomas que más han incrementado su inversión en I+D, con un crecimiento acumulado del 53%, frente al 20% registrado para el conjunto de España. Sin embargo, al centrarnos en el periodo 2019-2023 (que incluye la pandemia y la recuperación posterior), el País Vasco muestra un crecimiento ligeramente inferior al promedio español (40% frente al 42%). Finalmente, al comparar exclusivamente los datos de 2022 y 2023, se observa un crecimiento prácticamente similar entre ambos: +16% para la CAV frente al +15,8% para España.
El informe “Evolución de la I+D en España” señala también que 'la inversión en I+D está más concentrada, geográficamente hablando, que la actividad económica en general'. En el caso de la CAV, esto implica que su peso relativo en I+D es mayor que su contribución al PIB dentro del conjunto nacional. Concretamente, el País Vasco representa el 9,2% de la inversión total en I+D en España, mientras que su participación en la economía nacional es del 5,9%.
Un aspecto derivado de esta observación es que, más allá del peso destacado de comunidades autónomas específicas como la CAV, la mayor actividad e inversión en I+D se concentra en ciertos núcleos dentro de ellas. En este contexto, un informe previo de la Fundación COTEC sobre el “Mapa del empleo Tecnológico de España” destacaba a San Sebastián como la capital de provincia con mayor intensidad de empleo en I+D. Según el informe, el 2,34% del total de los afiliados en la ciudad trabajan en este ámbito, en comparación con el 1,6% en el conjunto de Gipuzkoa, el 1,05% en el País Vasco y el 0,57% a nivel nacional.
En la misma línea, un estudio reciente de investigadores del CSIC sobre el registro de patentes europeas por municipios españoles concluye que San Sebastián es la ciudad vasca mejor posicionada en el ranking nacional, ocupando el séptimo lugar. A poca distancia se encuentra también Vitoria, que ocupa el décimo puesto. Además, el estudio destaca que en España se está produciendo un proceso de creciente concentración del registro de patentes en zonas urbanas. Entre estas, comienza a sobresalir un grupo selecto de municipios, en su mayoría capitales de provincia y de comunidad autónoma.
La patente es un indicador útil para evaluar si la inversión en I+D se traduce en resultados tangibles, como invenciones susceptibles de protección. En el caso vasco, la solicitud de patentes refleja nuevamente un fenómeno de distribución asimétrica. Al analizar qué organizaciones vascas solicitan patentes, observamos que un reducido grupo de solicitantes concentra una gran parte de las solicitudes ante la Oficina Europea de Patentes (algo que ya observamos anteriormente). En concreto, en los últimos años, cinco empresas han sido responsables de alrededor del 40% de todas las solicitudes europeas. Esta situación refleja una distribución donde, al inicio (parte izquierda del siguiente gráfico), sobresalen los actores más activos en la actividad de patentar, seguida de una larga cola de organizaciones que registran pocas patentes al año (parte derecha del gráfico).
Es razonable pensar que (salvo las primeras organizaciones A-M del grafico anterior, que son patentadores habituales) haya una alta rotación entre los actores que conforman la 'cola larga' en el gráfico arriba. En consecuencia, resulta plausible que exista una falta de patentadores recurrentes entre esos actores.
¿Es esto un problema? En principio, podría considerarse positivo que un mayor número de empresas experimente con el proceso de patentar. Es decir, si un año son unas y al siguiente son otras, ello podría interpretarse como un signo de dinamismo. Comparto este razonamiento, pero también considero que, si no se consolida un grupo más amplio de patentadores recurrentes, podría ser indicativo de que no existe un núcleo sólido de empresas capaces de presentar de forma regular invenciones patentables ante la Oficina Europea de Patentes; invenciones que pueden traducirse en innovaciones disruptivas para el mercado. Igualmente, podría reflejar una carencia de procesos suficientemente profesionalizados para la creación y gestión de propiedad intelectual dentro de las empresas con actividades de I+D.
Igual lo importante no es patentar, pero la concesión de una patente sí indica que su solicitante ha superado el estado del arte en su campo y ha desarrollado una invención con potencial de explotación comercial. Además, cuanto mayor sea el número de patentes registradas en un territorio, mayores serán las oportunidades de que sus empresas generen negocio con impacto, ya que competirán mejor protegidas frente a sus rivales.
Volviendo al gráfico, podemos decir, en términos ciclistas, que estamos ante un grupo de escapados con un pelotón que sigue a varios minutos de distancia. Por una vez, pienso que es preferible que el pelotón redujera la brecha y se preparara para un esprint en masa… y que el esprint no termine, sino que continue en el tiempo.

Bart Kamp
Bart Kamp es el investigador principal del área de Internacionalización y Servitización de Negocios en Orkestra-IVC. Su investigación se centra en las estrategias competitivas que permiten a empresas liderar en sus respectivos nichos de mercado a nivel internacional, y en procesos de servitización entre empresas manufactureras.