11 mayo 2017

Transporte Foto web

La Cátedra de Energía de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad de la Universidad de Deusto sitúa en torno al año 2030 el momento en el que los vehículos movidos por energías alternativas superarán a los convencionales en Euskadi. Un informe sobre las “Energías alternativas para el transporte de pasajeros”, presentado hoy, analiza la situación del País Vasco y recomienda concentrar los esfuerzos de las administraciones para impulsar la renovación del parque automovilístico hacia las energías de futuro, modificando las actuales políticas de renovación de flota en el segmento de vehículos convencionales.

El informe analiza el consumo energético y las emisiones generadas por el transporte de pasajeros por carretera en Euskadi, y señala que “es preciso avanzar en la penetración de energías o combustibles alternativos en el transporte”. El estudio contempla diversas alternativas energéticas a los combustibles convencionales en el transporte: vehículo eléctrico -ya sea de batería o híbrido enchufable-, de gas natural comprimido, de gases licuados del petróleo o el híbrido convencional. Cada una de ellas presenta características propias y diferentes en términos de sobrecoste de vehículos, inversión en infraestructuras, combustibles o emisiones.

El estudio se ha abordado desde dos enfoques distintos pero complementarios: la sustitución total del parque automovilístico y la incorporación progresiva de vehículos movidos por energías alternativas. Así, el primero apunta hacia una visión que trate de lograr cambios estructurales en profundidad y a largo plazo. El segundo se orienta a la introducción de mejoras progresivas o más graduales. En ambos casos, la evolución de los futuros precios de los vehículos eléctricos es clave.

El análisis compara las diferentes alternativas según cuatro criterios: ahorro de combustible, eficiencia económico-medioambiental para la reducción de gases de efecto invernadero, menores costes para el conjunto de las emisiones (CO2, NOx y partículas) y contribución a los objetivos de reducción de emisiones de CO2. Las características de cada tipo de vehículo arrojan diferentes resultados a la hora de medir su impacto en los criterios contemplados.

La sustitución total del parque automovilístico

En este caso, en términos de eficiencia económica ambiental los de GLP y los híbridos convencionales son los más eficaces; en ahorro de combustible, e indirectamente en la reducción de importaciones de petróleo, los eléctricos de batería y los de gas natural son los que resultan más interesantes; en cuanto a reducción de gases de efecto invernadero, los eléctricos tienen una mayor incidencia; y en lo referido a reducción de costes medioambientales, los híbridos enchufables y los híbridos convencionales resultan los más interesantes.

Si se consideran de manera conjunta todos los criterios y se les otorga distintas ponderaciones, el panorama general es la preferencia se orienta hacia los vehículos eléctricos e híbridos, quedando en posiciones intermedias o finales los de gas natural y los de GLP.

En términos globales, sustituir la totalidad de los turismos convencionales (gasóleo y gasolina) del País Vasco por vehículos eléctricos tendría un sobrecoste de 4.800 millones de euros y requeriría invertir 570 millones de euros en infraestructuras de recarga. Ahora bien, con los supuestos de precios manejados en el estudio, se ahorrarían cerca de 600 millones de euros anualmente en combustible, lo que significa que la recuperación del sobrecoste de vehículos con el ahorro de combustible se produciría en unos ocho años. A ello hay que añadir el impacto positivo en la reducción de emisiones contaminantes.

Incorporación progresiva de vehículos movidos por energías alternativas
En este supuesto se han desarrollado diferentes escenarios, en los que en 2030, todavía no se ha sustituido el 100% del parque de vehículos actuales por vehículos con energías alternativas.

Imagen NdP energia 11 05 2017

Los diversos escenarios muestran que las distintas combinaciones siempre consiguen importantes beneficios medioambientales, lo que permite la convivencia de distintas tecnologías.

En este caso, el sobrecoste neto (sobrecoste en vehículos menos ahorro en combustibles) y las inversiones en infraestructuras, si bien suponen un importante volumen económico en términos totales o agregados, permitiría lograr una contribución muy importante de emisiones contaminantes , acercándose a los objetivos establecidos en la Estrategia Vasca de Cambio Climático (Klima 2050).

El estudio elaborado por la Cátedra de Energía de Orkestra recomienda concentrar los esfuerzos de las administraciones para impulsar la renovación del parque automovilístico hacia las energías de futuro, modificando las actuales políticas de renovación de flota en el segmento de vehículos convencionales.

En ese sentido, el informe señala que las administraciones pueden jugar un claro papel mediante el desarrollo de incentivos a la compra de vehículos alternativos, así como en la promoción de las infraestructuras de recarga y de suministro.